Si analizamos este texto vemos que "Dios ha hecho a su imagen el cielo y la tierra", Geb y Nut, "ha tenido en cuenta la avidez de las aguas", Nun, el agua primordial, "ha creado el aire...", Shu, con lo que el génesis de los elementos se sigue prácticamente de acuerdo con la teología heliopolitana, pero de una forma mucho más comprensible al prescindir de los simbolismos de la época de las pirámides.
Pero lo sorprendente de este texto es que al llegar a la creación del hombre, coloca a éste como centro de todas las demás cosas creadas: "Los hombres son su propia imagen (la del dios)...Ha creado para el hombre la hierba y el ganado...cuando llora, él escucha". Esto demuestra que a pesar de que el culto externo había sufrido un retrogradismo acentuado al dedicarse a los antiguos cultos, las ideas filosóficas y espirituales continuaban desarrollándose entre la sociedad culta. Este centrismo del hombre en la creación, que luego veremos también en el génesis de la Biblia, aparece por primera vez en la historia y en Egipto precisamente en esta época de una exteriormente desorganizada teología.
-Mitologías del Antiguo Egipto, Miguel Boladeras.
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