martes, 29 de marzo de 2016

Más para ocultar que para decir.

<<El hombre raro se llama Bayardo San Román y todo el mundo dice que es encantador, pero yo no lo he visto>>. Nadie supo nunca a qué vino. A alguien que no resistió la tentación de preguntárselo, un poco antes de la boda, le contestó: <<Andaba de pueblo en pueblo buscando con quién casarme>>. Podía haber sido verdad, pero lo mismo hubiera contestado cualquier otra cosa, pues tenía una manera de hablar que más bien le servía para ocultar que para decir.

 -Crónica de una muerte anunciada, Gabriel García Márquez.

                                         

No hay comentarios:

Publicar un comentario