viernes, 28 de agosto de 2015

El grito

Era fácil recordar ese grito.
Había pensado en él muchas veces, durante muchos años.
Hay gritos de miedo, gritos de espanto, gritos que revelan ansiedad, tensión o, incluso, desesperación. Éste parecía mezclar todas esas cualidades para sonar tan desesperado y aterrador que desafiaba la razón, amplificado por todos los terrores del hospital psiquiátrico juntos. El grito de una madre al ver que su hijo corre peligro. El grito de un soldado cuando ve su herida y sabe que es mortal. Algo ancestral y animal que sólo surge en los momentos más excepcionales y temibles. Era como si algo fijado en el centro de las cosas hubiera desaparecido de repente, con brusquedad, y eso fuera insoportable.
Nunca supe quién profirió ese grito, pero pasó a formar parte de todos quienes lo oímos. Y permaneció en nosotros por mucho tiempo.

-John Katzenbach, La historia del loco.

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