Media docena de leguas 2015, publicado por El Adelantado de Segovia
El
día de ayer, sábado 13 de junio del 2015, tuvo lugar la carrera "Media
docena de leguas Castellanas" en la localidad de Aguilafuente. Fue, en
toda regla, un llamamiento a todos los deportistas de los alrededores,
incluyendo el propio pueblo, por supuesto.
Llamaba
la atención, durante toda la carrera, el compañerismo que se respiraba en el
ambiente, lejos de toda ansia de ganar. Pues de eso se trataba, de hacer
deporte disfrutando de cada bocanada de aire que inhalamos para poder dar una
larga zancada, y luego otra, y otra...siendo conscientes en todo momento del
tremendo esfuerzo que conlleva comenzar, pero estando seguros de que alcanzaremos
nuestro ritmo ideal, gracias al cual, en un momento dado, no querremos parar de
comernos el mundo con cada zancada. Y eso acompañado de amigos e, incluso,
familiares, pues no era raro ver a una madre con su hijo o, directamente, a una
familia entera.
Porque,
¿qué es el ejercicio para nosotros? Sin bien en este momento estoy un poco
atrofiada físicamente, me atrevo a decir que el deporte es vida. Más de una vez
he escuchado a mi madre decir "gracias al deporte quemo adrenalina, luego
me siento mucho mejor". Incluso ahora, que hace poco que terminaron sus
clases de gimnasia, está decidida a hacer deporte por su propia cuenta, pues
para las personas acostumbradas a él es muy difícil prescindir de éste.
Algo
que me pareció curioso y humano a partes iguales, además del constante ánimo
que les transmitía uno de los organizadores a todas y cada una de las personas
que pasaban por delante de él, fue la absoluta falta de rivalidad entre los
concursantes. Podría decir que algo en mí ha cambiado desde que vi la carrera,
desde que vi cómo un grupo de personas corría hacia la meta teniendo a la
inmensa mayoría detrás, pero no por ello desanimados. Incluso me dio por pensar
que sólo importaba ese primer grupo, que los demás ya estaban totalmente fuera.
Pero en realidad no, pese a poder dejar de correr cuando quisieran, ellos
seguían y seguían, impulsados simplemente por la motivación de participar y por
los beneficios que el deporte les da.
Por
eso hoy sé que no sólo los primeros ganan algo, los que van detrás también. Que
nunca hay que dejar de correr, aunque sea por el simple hecho de seguir
avanzando, sin rumbo fijo, lo que importa es seguir.
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