domingo, 11 de septiembre de 2016

La necesidad de un alter ego.



Ponte frente al espejo; los hombros rectos y cara al frente, un poco levantada. Respira de manera profunda y mírate a los ojos fijamente, después relájalos hasta que notes que te ves doble. Ese es tu alter ego, tu otro yo. Eres tú mismo pero en forma de expectativa, la persona que quieres llegar a ser. De ella provienen las voces que aparecen en los malos momentos, tipo a "sé fuerte", "también esto pasará", "relájate", "todo va a salir bien". Lo malo es que solo aparece cuando estamos en calma, cuando encontramos un poco de paz dentro de nosotros mismos. En los momentos de fuerte tensión no escuchamos otra cosa que la parte más frágil de nuestra persona, de ahí que abandonemos en los momentos de pánico, porque no está nuestro alter ego para darnos el valor suficiente. 
Es cierto que no es más que un producto de nuestra imaginación, pero ¿quién no se ha imaginado a sí mismo de aquí a cuatro años?, ¿quién no se ha imaginado diciéndose "qué tonta, si no fue para tanto"?
Nos hace falta un alter ego que nos mime en los peores momentos, ya que nosotros nos torturamos mejor que nadie la mayoría de las veces. Necesitamos ese producto que nos diga "¡basta!" y nos dote de lucidez. 
¿Quién no ha hablado solo en algún momento de su vida? Por ejemplo cuando estamos haciendo una determinada labor y nos preguntamos "¿queda mejor así?", "no, mejor así". Y gracias a ese monólogo terminamos la tarea de manera más que satisfactoria.
Eso también es una clara muestra de que nunca estamos solos, pero antes de confiar en nuestro alter ego es necesario educarle. Nosotros le guiamos y a cambio él hace lo mismo. Una buena convivencia. Un quid pro quo. Cuidamos nuestra mente y ella nos cuida a nosotros. Mens sana in corpore sano.
Como me dijo una joven sabia: "tu mente es tu casa". No dejes entrar nada malo en ella y nada malo se creará, nuestro alter ego no se malinfluenciará.

Haz que tu alter esté orgulloso de tí, pues siempre irá varios pasos por delante, ya que está creado a partir de nuestras esperanzas y expectativas, por lo que siempre podemos contar con él, con nuestra voz interna


No hay comentarios:

Publicar un comentario