Lo que cuesta leerse un libro (seamos francos, un libro no se lee ni en un día ni en dos) y la cantidad de libros que me gustaría leerme. Aunque cuando terminamos uno pensamos que no ha sido para tanto porque no tenemos en nuestra cabeza leeeetras y más leeetras, tal y como es un libro, con sus hojas y más hojas. Todo pasa a ser imagen, sensación, sentimiento, un no sé qué abstracto. ¿Conocimiento, tal vez?
Cuando siento este tipo de cosas me gustaría estar en Matrix y poder meterme un disco para aprender en un segundo a pilotar un helicóptero, para aprender varias carreras en un momento, para leerme más de 1/5 parte de un libro... Aunque también es verdad que todo conocimiento adquirido requiere un esfuerzo mental, no es tan sencillo como meter un disco en una grabadora. Qué pena.
Una vida no da para todo. Nos moriremos queriendo haber aprendido más cosas. Moriremos deseosos de aprender.
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