Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras que no la ame.
No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.
La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.
Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí.
Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan.
Sólo hay una cosa en el mundo peor que estar en boca de los demás, y es no estar en boca de nadie.
El hombre puede creer en lo imposible, pero no creerá nunca en lo improbable.
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